Expresión que encierra todo lo que a cada uno se le cruce por la cabeza, las entrañas o el corazón.
La frase nació el día en que a Gustavo Pose, el Intendente del Municipio de San Isidro, situado en la Zona Norte del Gran Buenos Aires, "mi lugar en el mundo", se le ocurrió levantar un Muro entre San Isidro y San Fernando, Municipio lindante, para frenar la inseguridad.
Esta idea de separar a los pobres de los pobres, a los pobres de los ricos y a los ricos de los ricos también, para tener la seguridad que nos merecemos los habitantes de un Partido que es distinto, como reza el slogan "San Isidro es distinto", seguramente fue aplaudia por Hitler desde su búnker de seguridad.
Desde los noticieros se veía a los vecinos de ambas Localidades llorar y putear, gritar y putear, reclamar y putear, resistir y putear, tratar de derribar el muro y putear, putear, putear y putear la infeliz idea de nuestro hitleriano Intendente, que para frenar a los inadaptados mandó a la Infantería para brindarle seguridad a los vecinos que aplaudían tan noble decisión y que trataban de justificar lo injustificable con argumentos Blumbergianos-hitlerianos.
Finalmente ante el espanto y revuelo que causó tamaña medida de seguridad, se hicieron oir las voces gubernamentales y de otros intendentes, no menos hitlerianos pero más solapados que nuestro benemérito Gustavo Pose, el muro se derribó. Pero...
Esta idea de separar a los pobres de los pobres, a los pobres de los ricos y a los ricos de los ricos también, para tener la seguridad que nos merecemos los habitantes de un Partido que es distinto, como reza el slogan "San Isidro es distinto", seguramente fue aplaudia por Hitler desde su búnker de seguridad.
Desde los noticieros se veía a los vecinos de ambas Localidades llorar y putear, gritar y putear, reclamar y putear, resistir y putear, tratar de derribar el muro y putear, putear, putear y putear la infeliz idea de nuestro hitleriano Intendente, que para frenar a los inadaptados mandó a la Infantería para brindarle seguridad a los vecinos que aplaudían tan noble decisión y que trataban de justificar lo injustificable con argumentos Blumbergianos-hitlerianos.
Finalmente ante el espanto y revuelo que causó tamaña medida de seguridad, se hicieron oir las voces gubernamentales y de otros intendentes, no menos hitlerianos pero más solapados que nuestro benemérito Gustavo Pose, el muro se derribó. Pero...
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Mis muros tienen que ver con la comunicación, por ello es que me decidí a empezar a derribarlos a través de este blog. Quiero transmitir en él todo lo que siento, pienso u opino sobre todos los temas que me parecen importantes en la vida cotidiana. Fundamentalmente y estoy convencida, creo que tenemos que mantener VIVA la MEMORIA de TODO lo que ocurrió, lo que ocurre día a día, para que lo que ocurrirá en nuestra vidas cotidianas futuras no se repita. Tenemos Derechos que tienen que ser respetados y que nosotros tenemos que conocer y aprehender (hacer propios), para que podamos hacer que se respeten, exigirlo, si es necesario. Hay muchas organizaciones y grupos de personas que también creen lo mismo y que actúan en consecuencia. Pero lo que abunda no sobra, refuerza.
Continuará...
1 comentario:
Muchas gracias Nidia por abrir este espacio, coincido plenamente con vos, en esto de MANTENER VIVA LA MEMORIA, pero tambien con lo que plantea L.I.D al hablar de Hugo, cuando uno aprende a ver, a mirar, ya no puede seguir igual, ya no se puede estar al margen, uno debe poner el cuerpo y hacer algo con su creencia. Porque lo uno sin lo otro no genera cambio, ese cambio que todos buscamos, esa Utopia que todos perseguimos y de la cual debemos hacernos cargo.
Un beso
Liliana
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